
Me siento en el portal y le doy una calada a mi cigarrillo. Miro el cielo y ojalá estéis ahí.
Tu caminabas por la calle con esa gabardina verde y te paraste a mirarme. Poco a poco te acercaste a mí y me tocaste la mano, te sentaste a mi lado y luego te desvaneciste.
Todo lo imaginé, papá te echo de menos.
Suelo soñar que sigues vivo, pero los sueños, sueños son.
Me acuesto en mi cama bajo mi blandito edredón y tu vienes para arroparme y darme un beso. Pero siento que las únicas manos que me tocan son las mías y están frías porque faltas tú mamá. Luego lloro de rabia al saber que para verte te tengo que imaginar...
Tu caminabas por la calle con esa gabardina verde y te paraste a mirarme. Poco a poco te acercaste a mí y me tocaste la mano, te sentaste a mi lado y luego te desvaneciste.
Todo lo imaginé, papá te echo de menos.
Suelo soñar que sigues vivo, pero los sueños, sueños son.
Me acuesto en mi cama bajo mi blandito edredón y tu vienes para arroparme y darme un beso. Pero siento que las únicas manos que me tocan son las mías y están frías porque faltas tú mamá. Luego lloro de rabia al saber que para verte te tengo que imaginar...
Como siento que passes por esto,
ResponderEliminarUn abrazo Candela y que encuentres sentido a tu vida pronto.
Seguiré leyendo tu blog aunque me hace llorar mucho..