martes, 22 de febrero de 2011

¿Por qué no lo ves como si fuese un libro de papel?

Los que comentan y siguen mi blog no son morbosos, son personas que se compadecen, tratan de empatizar y me apoyan.
Escribir es mi terapia, esto lo hago por mí, porque me ayuda a sacar el dolor al transformarlo en versos, y me alivia, ya que SOY INCAPAZ DE LLORAR. También es un homenaje a ellos, si no escribo en hojas de papel y me guardo lo que siento es porque necesito exteriorizarlo, necesito soltar al mundo lo que siento y describir lo que me pasa; y así poner frente al espejo a las personas, porque esto que me ha pasado a mi podría haberle pasado a cualquiera.
A mi también me sorprenden los seguidores que hay, me sorprende la humanidad de las personas -que creía ya perdida-, que sin obtener nada a cambio me apoyan. No considero dar morbo alguno en ningún caso, el morbo en la red no se busca en páginas como esta, y dudo que alguien encuentre morbo en mi blog, pero si lo hace, tiene una mente perversa en cuyo caso no afecta a mí, sino a si mismo. Añado además que al calificar este blog de morboso has captado una idea erroónea de él, idea de morbo que se produce con tu cabeza, con lo cual, viendo morbo en el blog te conviertes TU en morboso.

Esto podría compararse (en cuanto a temática, no en cuanto a calidad) a obras como las Coplas de Jorge Manrrique, y otros escritos de misma temática, que imagino no serán duramente criticados porque fueron escritores famosos quienes lo publicaron. Entonces, mente cerrada, ¿por qué no lo ves como si fuese un libro de papel?

También quiero comentar que creo que muchos de vosotros tenéis una idea equivocada de mí, pensáis que no he pasado página, que me encierro en mi burbuja y que soy gris, y en realidad es TODO LO CONTRARIO.

Y para finalizar, se que mi blog es duro, se que es peligroso exponer lo que siento en canal, mi intimdiad, abrir mi corazón y mostrar una parte de lo que hay dentro. Pero nadie está obligado a meterse aquí o comentar. Agradezco que se ahorren las críticas, ya que son inútiles, las decisiones de cerrarlo o dejar de escribir las tomaré yo cuando lo crea combeniente si es que alguna vez sucede.

domingo, 13 de febrero de 2011

soledad


"No te vayas sin despedirte de mí, no podré soportarlo".
No pude despedirme de mis padres. El adiós con las manos desde lejos que les dí en el aeropuerto de Marruecos fue lo último que hice con ellos. Antes donde ahora estoy yo estaban ellos. Me he acostumbrado y adaptado a mi situación, pero pocas veces pienso que mi vida antes era distinta, porque si lo hago, muero de pena.

miércoles, 9 de febrero de 2011

el estado de shock


Hueco en el estómago. LLoro en silencio, pero no pienso en nada. Las lágrimas emanan solas, aparentemente sin causa alguna.

No se cómo definir lo que siento, frustración, impotencia, vacío, hueco, apatía, desilusión desmotivación, tristeza, desengaño, y al fin y al cabo, DOLOR.

Se me ha abierto la válvula para llorar, el desague del llanto, que había permanecido cerrado mucho tiempo por mi incapacidad para llorar, para dejarme llevar por la rabia o por mis sentimientos.

El muro que eché tras su muerte es presionado por el dolor, que ya lo rebosa. Una fuerte corriente trata de derrumbarlo, lanzando por el aire los ladrillos de mi protección. Noto como el muro va desapareciendo, la oscuridad del mundo en el que me protejo va desapareciendo dando lugar a un fuerte chorro de dolor que presiona y choca con mi muro, mi sedante, mi ESTADO DE SHOCK.

Este estado me proteje. Es una protección que desde un principio tuve involuntariamente para sufrir en su medida. El problema que desencadenó es que en unos meses fui incapaz de llorar. Sin embargo escribiendo si podía exteriorizar lo que sentía, pero nunca lloraba.

Hace unas semanas, cuando escribí esto, había estallado.
No se como, aquel día llore sin descanso. Las lágrimas brotaban sin parar, como si salieran solas ya que yo las había estado reprimiendo.

Después, me sentí muy aliviada, pero sigo sin poder llorar, a la espera de que el dolor que tengo antes de estallar y enloquecerme salga cuando menos me lo espero.

desengaño

Enero acaba. Las pesadillas suelen ser una constante en mi vida, al igual que las mañanas mojadas.
El desengaño ahueca mi corazón, desgasta mi capacidad, reptime mi vivacidad, aniquila a mi razón.
El desengaño es proporcional a la fuerza de la ilusión. Es el choque de los sueños con la realidad. Es aquello que entre la bruma se divisa en el horizonte cuando miras desde el pico de una montaña antes de caerte.
Ya no recuerdo si alguna vez tuve padres.
Sé que si. Pero no lo recuerdo.
Que duro.

miércoles, 2 de febrero de 2011

.

Mi corazón ha desistido de resistir mis desafíos
el dolor de las derrotas le ha vencido,
devolviéndome en forma de llanto cada uno de mis desvaríos