lunes, 25 de abril de 2011

Carta de Candela

Escribo menos en el blog, y os preguntareis porqué.

Primero, tuve la preocupación del porqué de la ausencia de mi tristeza y desconsuelo, pues un año es poco tiempo para cicatrizar mi herida. Pero he comprendido de alguna manera que en nuestra sociedad nos enseñan sufrir la muerte, pero yo no he aplicado esa manera de vivirla.

Su muerte me destrozó, es cierto, pero con el tiempo me di cuenta de que expandió mi mente, de que abrió mi alma, liberó mi espíritu, descubrió mi esencia.

De que para entender y apreciar la vida, hay que también comprender la muerte.

Yo no me martirizo ni sufro porque no estén, porque les he dejado ir. Resulta inútil sufrir porque no puedas continuar viviendo con ellos, pues es algo que yo no decidí ni pude controlar, no puedo castigarme, no puedo encerrarme en una pérdida, al contrario, he sabido descubrir lo positivo de esta pérdida, que por muy duro que suene lo que voy a deicr ha continuacíon, me ha hecho ganar muchas otras cosas.

Su muerte ha impactado en mi hacia una evolución como ser. Que físicamente no estén no significa que “nuestra historia” halla acabado, pues siempre inevitablemente quedan recuerdos de ellos que se me vienen a la cabeza. Antes los recuerdos me sumían en profunda tristeza, ahora son parte de mi día a día y me ayudan a recomponer esa historia que sigo viviendo con ellos.

Ha despertado en mí la curiosidad por conocer, conocer el mundo, y conocerles a ellos fuera del tiempo, fuera de lo que yo como hija conocí, pues mi relación con ellos implicaba conocerles como hija, sin darme cuenta de que no eran sólo padres, eran personas que vivieron una vida desde su nacimiento que yo desconozco y que poco a poco voy descubriendo. Por ello puedo seguir conociéndoles aunque físicamente no estén, yo soy su legado, sus ideas, su esencia, y tengo los medios para conocerles en otras etapas de su vida que tampoco viví junto a ellos.

Yo se que tengo su amor, aunque no lo sienta intensamente, pero los pálpitos de mi corazón se encuentran impregnados de éste, al igual que muchos de mis pensamientos tienen una esencia maravillosa que desciende de ellos, la cual agradezco profundamente.

A veces mi subconsciente me envía “imágenes subliminales” cuando estoy despierta crueles e impactantes. Las reprimo, no quiero martirizarme, para mi ellos se fueron en barca vestidos de blanco sin rumbo hacia alta mar. Y a día de hoy sus almas continúan su viaje en su paso sobre las aguas, felices, estén donde estén. Y de ello estoy segura.

El amor no muere, es inmaterial, atemporal, y con el yo vivo. Tiene todo el poder y más que tiene el pensamiento

Ahora escribo mis ideas y pensamientos en diarios, libros, tengo muchos proyectos de vida. Me interesa el hombre y la humanidad, la mente y lo inmaterial, la filosofía y el poder del pensamiento, me interesa el mundo y quiero estudiarlo. Algún día tal vez enseñe al mundo mis ideas. Pero por ahora mi tributo con ellos no es sólo a través de aquí, mi tributo para ellos es ser una gran persona.

Deseo el amor y la paz en mi corazón, y luchar por mi vida.

jueves, 7 de abril de 2011

Ni siquiera un fantasma

Desearía respirar tu energía

Ver tu luz que me guía

Recibir vuestro calor en mis mañanas frías.


Ver un fantasma yo desearía.


No siento su compañía

Ni capto señales si es que alguna me envían

Tampoco escucho de su voz la sinfonía,


Por eso, ver un fantasma yo desearía.


Aquí está mi petición

La firma mi corazón

Que en vista de tanto dolor

Desea captar vuestra atención.


Ver un fantasma quisiera yo.


Comprender la muerte es mi misión

De vosotros quisiera tener una visión

Que convertiría mi esperanza en ilusión

Y abarcaría la paz mi corazón.


Ver un fantasma quisiera yo.