lunes, 22 de noviembre de 2010

más dolor (si cabe)

Susurro al aire que cada suspiro de mi aliento se lleva
para esconderlo en la cueva de los sueños ajenos
donde un sastre cose mis miedos
para mostrarlos cada noche en mis pesadillas.
esas mismas noches ruego
que los bajen del cielo y me los devuelvan
pero la luz de la mañana llega con su desengaño
que hace terrible esta evidencia:
la de que ya no están.

Y mis sueños tampoco, se quemaron con el alba
en el vuelo de los pájaros que visitan mi azotea
no existe el tiempo en mi aldea,
al igual que las sombras invaden lo que me rodea.

La herida de horrores chorrea,
cavando el profundo surco que dibujan mis ojeras.
mis propias manos me cubren el pecho
que guarda lo más preciado,
aunque ya no palpita y se halla desgarrado
por cada hueco abierto, seguiré amando.

8 comentarios:

  1. me encantaaa jejej kiss


    ROmeo

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué bien escribes, Candela!
    Eres toda una poeta.
    Un besito,

    Luis

    ResponderEliminar
  3. "Que el grito de la vida en tu interior se transforme en amor para los que te rodean".
    ¡Animo, Candela! Sigue con ese coraje y valentía. Transformando como haces, tu sufrimiento en creación,en poesía.
    Muchos bsos.
    Pepelu.

    ResponderEliminar
  4. Todo pasa y todo queda,
    pero lo nuestro es pasar,
    pasar haciendo caminos,
    caminos sobre el mar.

    Nunca persequí la gloria,
    ni dejar en la memoria
    de los hombres mi canción;
    yo amo los mundos sutiles,
    ingrávidos y gentiles,
    como pompas de jabón.

    Me gusta verlos pintarse
    de sol y grana, volar
    bajo el cielo azul, temblar
    súbitamente y quebrarse…

    Nunca perseguí la gloria.

    Caminante, son tus huellas
    el camino y nada más;
    caminante, no hay camino,
    se hace camino al andar.

    Al andar se hace camino
    y al volver la vista atrás
    se ve la senda que nunca
    se ha de volver a pisar.

    Caminante no hay camino
    sino estelas en la mar…

    Hace algún tiempo en ese lugar
    donde hoy los bosques se visten de espinos
    se oyó la voz de un poeta gritar
    “Caminante no hay camino,
    se hace camino al andar…”

    Golpe a golpe, verso a verso…

    Murió el poeta lejos del hogar.
    Le cubre el polvo de un país vecino.
    Al alejarse le vieron llorar.
    “Caminante no hay camino,
    se hace camino al andar…”

    Golpe a golpe, verso a verso…

    Cuando el jilguero no puede cantar.
    Cuando el poeta es un peregrino,
    cuando de nada nos sirve rezar.
    “Caminante no hay camino,
    se hace camino al andar…”

    Golpe a golpe, verso a verso.
    ANTONIO MACHADO

    La vida pued llegar a ser muyyyyyyyyyyy perra pero no todo son piedras n l camino (o eso m gusta pensar a mi)no podems decidir q pasen o no cosas como la d ts padres pero si como nfrentarlas tú x ejemplo las nfrentas conviertiendolas n hermoso arte q compartes cn los demás (t doy las gracias x eso)jamás lo olvides: Eres dueña d tu propio destino. Sigue haciendo camino al andar, llegaras lejos.

    ResponderEliminar
  5. Candela, llegué hasta aquí también de la mano de Ignacio hace ya más de tres meses. Aquel día, después de empaparme con tus dolorosas pero hermosas palabras, escribí lo que sentía a otra persona ya que mis limitaciones personales no me permitieron enviártelas directamente a ti. Reproduzco ahora en aquel momento, totalmente impactada y turbada teclee:

    "He buceado entre esa vomitada de palabras que dice que sólo es capaz de sacar. Creo que no se da cuenta de lo bien que expresa sus sentimientos, su inmenso dolor, de cómo impacta por lo bien que muestra su alma desgarrada por el brutal tormento que le acompaña desde que sufrió esa gigantesca pérdida. La más importante. Los padres son el arquetipo. Seguramente las personas más influyentes de nuestra vida. Aún sin estar vivos así sucede. Y no me imagino lo que debe representar perderlos de esa forma tan horrible, injusta y brutal para una joven muchacha como ella.

    La he sentido cerca de mí. Me he pasado el día reflexionando, pensando en ella. Me gustaría acariciarle con palabras tiernas y decididas. Decirle primero que no tengo ni idea de cómo se puede sentir. No sé cómo se siente. Ni tan siquiera acercarme. Sólo intencionarlo y me ahoga el dolor, pero es por mí. Sé que es imposible, sólo alguien que haya pasado por algo semejante puede entenderla. Yo no. Pero que aún así, y sin conocerla, la acompaño de algún modo al leerla. Me gustaría que supiera que sus palabras llegan a lo más profundo del sentir. Que consigue mostrar un dolor y una desesperación tremendas, pero también un amor enorme y hermoso por sus padres, por los dos, por cada uno... Y la verdad, es chocante la mezcla de emociones que me ha provocado. Me gustaría decirle que se le nota una gran fortaleza, es sorprendente para su edad. La siento entera y que me parece que posee un diamante en bruto en su interior que intuyo enorme. No sé si es adecuado pero he disfrutado de la lectura de sus sentimientos cuando recuerda, los imagina, sueña... Me ha parecido algo bonito misteriosamente mezclado con ese desgarrador desconsuelo. Creo sinceramente que sus padres estarían orgullosos de ella y que si de alguna forma se conecta con ellos en sus vivencias interiores, así lo debe sentir y así debe seguir, haciendo su camino con fortaleza, viviendo ahora el duelo de una muerte incomprensible que se los ha arrancado para siempre, pero caminando segura entre todos esos sentimientos brutales que muestra hasta ser capaz de sacar lo mejor de ellos a través suyo, de honrarles así, con su persona, hasta lograr alcanzar esa bienestar interior que todos nos merecemos y que nos permite disfrutar de nosotros y de nuestra vida. Me gustaría decirle que confío en que lo va a conseguir. Y que aún sin conocerla, siento cariño por ella y que, en cierto modo, la acompaño, unida a todo aquel que lea esas desgarradoras palabras que vomita desde su atormentado interior..."

    Desde entonces te sigo Candela. He visto y leído como han crecido el número de personas que te apoyan y me alegro muchísimo por ello. Me parece que lo que haces tiene un gran valor. Eres una joven mujer valiente que se atreve a vivir el duelo con la cara descubierta y eso te ayudará a sanar. Creo además que hay muchas personas que también pueden encontrar consuelo en tus palabras. Debes tener confianza en ti y en tu camino. No la pierdas nunca. Ellos ya son tú y quizás por eso se te desdibujan. Llegará el día en que te atreverás a sonreir ampliamente de nuevo y se mantendrá la alegría. El dolor te visitará una y otra vez a lo largo de toda tu vida. La herida se abrirá de nuevo y te encontrarás dedicada a sanarla, pero llegará un momento en que dolerá diferente, cada vez encontrará una Candela más fuerte, más hecha, con más recursos.

    Aquel día de agosto en que me llegaste tan hondo, me hubiera gustado besarte cálidamente y no supe hacerlo.

    Lo hago hoy Candela. Un beso enorme y suave. Seguiré leyéndote y acompañándote unida a todas las personas que te seguimos y leemos interesándonos por tu duelo y confiando en tu fortaleza.

    Nuria

    ResponderEliminar
  6. De nuevo aquí Candela. La vida es estraña. Anoche me atreví por fin a compartir contigo los sentimientos que me provocaron tus desgarradoras palabras hace unos meses, y en unas horas ya estoy de regreso.

    Esta mañana mi hijo, algo mayor que tú, me muestra un pequeño escrito de un padre que perdió inesperadamente a su hijo cuando tenía tu edad. Han pasado más de dos años desde el día en que sintió que le arrancaban el corazón de cuajo. Hoy lleva recorrido un buen trecho del duelo, y escribe lo que sigue:

    "No echo de menos tus ojos, no echo de menos tus manos

    tampoco tu voz ni el trapecio de tu espalda, ni verte venir o ver

    como te alejas. Se que estas a la vuelta de la esquina, en el autobus

    que pasa a mis espaldas, viajando en el metro, que hace temblar el

    suelo bajo mis pies, entre aquel grupo de estudiantes que comentan

    cosas y se rien, se que subes por la escalera cuando yo bajo en el

    ascensor, estas en muchos silencios de mi boca y en mis ojos cuando

    no saben donde mirar, estas en muchos abrazos que me han dado y

    en muchas palabras de amor que he oido, en muchos latidos de mi

    corazon, estas en el lapiz... estas en el papel... estas en las palabras...




    No debes haberte ido muy lejos... estas en todas partes"

    Lo leía mientras me unía a él, y a la vez pensaba todo el rato en ti... Espero que te guste, que te reconforte.

    Ánimo Candela. Que tengas un buen día. Otro beso enorme.

    Nuria

    ResponderEliminar
  7. Admirada Candela,que tal, simplemente pasaba por aqui para saludarte, desearte que todo vaya poco a poco mejor, y decirte que cada vez que te leo, me haces parecer mas y mas pequeño.Un saludo de Empecinado.

    ResponderEliminar
  8. Animo , guapina
    Tiempo al tiempo. Ya verás como todo se suaviza. Ellos velan por ti desde arriba.
    Una abrzao
    Lucía Mad-León

    ResponderEliminar