martes, 3 de mayo de 2011


¿Qué hace un poeta cuando está triste y no sabe llorar?

Le pido hoy al cielo que me deje llorar,

Pero nunca cumple mis deseos.

3 comentarios:

  1. Hola Querida Amiga Candela: Esto que comentas tambien podria tener varias explicaciones partiendo del punto de vista medico ¿Te has estado alimentando adecuadamente?
    Por otro lado te recomiendo ver el Canal Maria+Vision España. En la version de America Latina es muy visto porque se abordan temas acerca de la fe, valores morales y espirituales, promoviendo en general una cultura de amor fundada en la dignidad del genero humano.
    En internet la liga es: http://www.mariavision.com
    Deseo de todo corazon que estes bien.
    Saludos desde Mexico.

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  2. Hoy he llegado, de repente, a una sensación absurda y justa. Me he dado

    cuenta, en un relámpago íntimo, de que no soy nadie. Nadie, absolutamente nadie.

    -

    Cuando brilló el relámpago, aquello donde había supuesto una ciudad era una

    llanura desierta; y la luz siniestra que me mostró a mí no reveló un cielo encima de

    ella. Me han robado el poder de ser antes de que el mundo fuese. Si tuve que

    reencarnar, he reencarnado sin mí, sin haber reencarnado yo.

    -

    Soy los alrededores de una ciudad que no existe, el comentario prolijo a un

    libro que no se ha escrito. No soy nadie, nadie. No sé sentir, no sé pensar, no sé

    querer. Soy una figura de novela por escribir, que pasa aérea, y deshecha sin haber

    sido, entre los sueños de quien no supo completarme.

    -

    Pienso siempre, siento siempre; pero mi pensamiento no contiene raciocinios,

    mi emoción no contiene emociones. Estoy cayendo, desde la trampa de allí arriba,

    por todo el espacio infinito, en una caída sin dirección, infinítupla33 y vacía. Mi alma

    es un maelstrom negro, vasto vértigo alrededor del vacío, movimiento de un

    océano infinito en torno a un agujero de nada, y en las aguas que son más giro que

    aguas boyan todas las imágenes de lo que he visto y oído en el mundo —van casas,

    caras, libros, cajones, rastros de música y sílabas de voces, en un remolino

    siniestro y sin fondo.

    -

    Y yo, verdaderamente yo, soy el centro que no existe en esto sino mediante

    una geometría del abismo; soy la nada en torno a la cual gira este movimiento, sin

    que ese centro exista sino porque todo círculo lo tiene. Yo, verdaderamente yo, soy

    el pozo sin muros, pero con la viscosidad de los muros, el centro de todo con la

    nada alrededor.

    -

    Y es, en mí, como si el infierno mismo riese, sin por lo menos la humanidad de

    los diablos riéndose, la locura graznada del universo muerto, el cadáver rodante del

    espacio físico, el fin de todos los mundos fluctuando negro al viento, disforme,

    anacrónico, sin Dios que lo hubiese creado, sin él mismo que está rodando en las

    tinieblas de las tinieblas, imposible, único, todo.

    ¡Poder saber pensar! ¡Poder saber sentir!

    Mi madre murió muy pronto, y yo no llegué a conocerla…

    Extraído de Balconcillos.

    Fernando Pessoa

    De Libro del desasosiego de Bernardo Soares, 25

    Título original: Livro do Desassossego

    Editorial Seix Barrai, S. A., 1997

    Traducción de Ángel Crespo

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  3. Quizás tu forma de llorar sea escribiendo en este maravilloso blog que tu has creado.

    Besos y buen fin de semana, Candelita. Ánimos y fuerza.

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