miércoles, 14 de julio de 2010


Que el dolor se apiade de mí y la vida me trate mejor
No soporto oler el vapor del veneno que quema mis días
Mis noches, mi tiempo libre…

No se hasta cuando voy a aguantar sin perder los papeles,
Morder a alguien o volverme loca
Que estoy muy cuerda para todo lo que sufro pero de verdad que no quiero sufrir mas

Tengo más problemas de los que me he buscado
Y cada vez los afronto con menos fuerza y más pasotismo
Si se pudiese morir de agotamiento, yo ya estaría muerta
Y la verdad que tal y como están las cosas sería un favorazo

Por desgracia yo elegí luchar para siempre y así será…

Pero duele tanto reconocer lo fácil que fue para “el” arruinarme la vida
De la noche a la mañana
Él me los quito
Y ellos se llevaron mi felicidad conmigo
A demás de mi inocencia y la posibilidad de ser una chica corriente de 17 años
Me dio tal ostiazo la vida que no se quien soy ni que hago
Sólo se que el dolor es constante, aunque se esconda
Y que lo que era mi mundo ya no es mi mundo.

2 comentarios:

  1. Querida Candela,
    leí ayer en el periódico lo de la condena al desalmado que te ha causado tantísimo dolor (¿desalmado? Malnacido, colgado, desgraciado, hijo de puta... no sé encontrar la palabra). A raíz de eso he dado con tu blog. Lo leí entero anoche muy tarde, y me acosté sobrecogida y con infinitas ganas de poder hacer algo por tí, aunque intuyo que tienes alrededor mucha gente que te quiere y sé que para tí lógicamente no soy nada... a lo sumo un recuerdo lejano de aquellos días juntos en Senegal en los que ya me pareciste, a tus 6 años, una niña con mucha personalidad y un criterio casi casi alarmante (entiéndelo como un cumplido). Veo que escribes con una capacidad de reflexión y una madurez sorprendente y, en mi opinión, con también mucho talento (soy periodista y algo entiendo de textos bien o mal escritos). ¿Sabías que muchos grandes autores escribieron sus mejores obras en momentos muy desgraciados? No sé si te gustará leer. Yo recuerdo un par de libros que me dejaron muchísima huella y que conservo en el alma con grandísimo cariño y admiración: Un Mundo Feliz, de Aldous Huxley, y El Guardián entre el Centeno, de J.D. Salinger. Quizá los hayas leído ya. La buena literatura me parece a veces un pequeño refugio, y siempre una fuente de sabiduría e inspiración.
    ¿Sabes que en Senegal me diste mucha envidia? Yo fui una niña infeliz porque no me sentí querida, y llegué a sentir envidia (de las sanas, eh?) por la atención y el mimo tan inteligente y tan sensible que tus padres tenían por tí. Intuyo por la fuerza y la claridad de ideas que se desprende de lo que escribes que vas a salir adelante... porque ellos así te forjaron y por tus propios méritos. Te quedará inevitablemente una cicatriz, pero también florecerá todo lo bueno que ellos sembraron en tí. Las cicatrices, incluso las más profundas, van dejando de sangrar hasta que un día se cierran y la herida, sin desaparecer, deja de doler. Date tiempo si puedes, y créeme que con el tiempo se te irá "descongelando" ese corazón maltrecho y volverás a sentir y a recuperar la capacidad de disfrutar de lo que te aguarda en el futuro (lo bueno y lo malo, que de ambos está hecha la vida, aunque a tí te haya tan injustamente tocado vivir tan joven la parte más amarga imaginable). Recuerdo también que decías que te molestaba estar engordando. Lo mismo no te gusta nada el deporte, pero yo me he "enganchado" hace relativamente poco y me sienta como un bálsamo... y no te lo digo por el peso (que a tu edad unos kilitos de más seguro que sientan estupendamente aunque a tí no te lo parezca). Te lo digo más bien por lo mucho que, al menos a mí, me sirve hacer algo aeróbico para agotar el cuerpo y liberar tensiones y energías... Es sólo una sugerencia por si te animas. Como te dije en su día, aquí estoy para lo que se te ocurra, si te apetece, claro. Te mando todo mi cariño, Elena

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  2. Candela, tu familia es ahora más que nunca la familia humana. Tu sorprendente y maravillosa forma de compartir tus sentimientos es la puerta por la que entrarán todos aquellos/as que de una forma recrearan la presencia de tus padres y te daran el consuelo y la fuerza que tu nos transmites con tus relatos..Muchas gracias por compartir tu tu enorme belleza interior y tu talento.Un calido beso anónimo bellísima Candela!

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